El VIH, mi familia y yo.


Cuando aparecieron los primeros casos de esta nueva infección en 1981 en EE.UU. nadie podía imaginar el gran impacto que esta enfermedad tendría, no sólo sobre la salud, sino también a nivel social, económico e incluso político.
En la historia de la Medicina hay pocas enfermedades en las que se haya pasado tan rápidamente de la investigación básica a la clínica. La aparición del primer antirretroviral en 1987, supuso un halo de esperanza que se tornó en una cierta desesperanza cuando se fue viendo que los resultados clínicos eran modestos y no impedían el avance de la enfermedad. En 1991 y 1992, aparecieron nuevos fármacos inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos. Su combinación (biterapia) supuso una mejoría clínica mayor que la obtenida hasta entonces.
A pesar de los cambios habidos desde el inicio de la enfermedad, que han supuesto un aumento tanto de la esperanza de vida como de la calidad, el diagnóstico de VIH supone un gran impacto no sólo para la persona afectada, sino también para su entorno familiar. Esta pequeña guía práctica pretende ser una ayuda para las personas afectadas y sus familias


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